La ruta del fraude digital 2020

En el actual mundo hiperconectado, en el que la comercialización de bienes y servicios se sostiene cada vez más en plataformas online, el correo electrónico es usado por millones de personas que a diario envían y reciben más de 2 mil 630 millones de mensajes.

 

Como un eslabón fundamental en el actual contexto, el e-mail es el vehículo que los defraudadores utilizan en una economía digital marcada por el engaño online, un fenómeno que se puede dimensionar a partir de un dato clave: cada dólar involucrado en un fraude digital representa más de 3 dólares en pérdidas. 

 

Para ejecutar una estafa, el ciberdelincuente tiene una certeza y un desafío. El correo electrónico es el “pasaporte digital” que le abrirá las puertas a tiendas, comercios, bancos, aseguradoras y proveedores en general. ¿Cómo tener cuentas de e-mails que permitan validar de manera fraudulenta una identidad? He ahí la cuestión.

 

Tanto en el mundo físico como en el digital, la identidad se construye a partir de una serie de datos personales como el nombre, teléfono, domicilio, fotografías, huellas dactilares, número de licencia o de seguridad social, tarjeta de crédito, cuentas bancarias, nombres de usuario y contraseñas.

 

De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), el país ocupa el octavo lugar a nivel mundial en este tipo de ilícitos cuya esencia radica en la posibilidad de abrir cuentas de crédito, contratar líneas telefónicas, seguros de vida, realizar compras e incluso, para cobrar seguros de salud, vida y pensiones.

 

Obtener el acceso a cuentas de correo representa, para los estafadores, un problema que puede evadir simplemente al crear una nueva dirección usando la información personal robada. Sin embargo, el lingote de oro es tener acceso directo con la obtención de nombres de usuario y contraseñas para aprovechar todas las cuentas asociadas a ese e-mail.

 

Ya sea con una cuenta de correo nueva o con una vigente y real, el defraudador está listo para “ir de compras”. Los comercios, plataformas financieras y proveedores de servicios tienen procesos de aprobación que no siempre consideran el comportamiento digital de los correos electrónicos, por lo cual el camino del defraudador luce sumamente positivo.

 

Contar con una idea clara de quién está detrás de una transacción, es una certeza que millones de empresas y negocios desearían tener, más aún con la proliferación de campañas que incentivan el consumo como el Hot Sale, El Buen Fin, Black Friday y el Cyber Monday, por mencionar algunos.

 

Bloquear el camino al fraude es una tarea compleja; sin embargo, considerar el diseño de una estrategia basada en alternativas tecnológicas como machine learning y el análisis del comportamiento de los datos implica aportar al negocio una visión de vanguardia cuyos beneficios son indiscutibles.